Comunicado

BALDOSAS RECORDATORIAS EN EL CEMENTERIO DE LA CHACARITA

Los organismos de Derechos Humanos denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, cuando en el año 1979 visitó la Argentina, que se habían realizado inhumaciones irregulares en numerosos cementerios, como parte del plan criminal implementado por la dictadura militar.

En el cementerio de la Chacarita se enterraron cientos de personas asesinadas en presuntos enfrentamientos, muchas de ellas fueron inhumaciones dispuestas administrativamente, sin notificar a sus familiares.

Esta metodología aseguraba que los cuerpos que denunciaban los homicidios se “perdieran”, primero en las tumbas y luego definitivamente en el osario general de ese cementerio, donde nunca podrían ser identificados.

Esto era posible a través de un circuito de impunidad, que comenzaba con la comisaría correspondiente al lugar de los hechos, la cual primero liberaba la zona, para luego construir un relato que explicaría los asesinatos, que en la mayoría de los casos correspondían a personas secuestradas los días previos y llevadas al lugar elegido para ser asesinadas.

Se remitían los cuerpos a la Morgue Judicial, donde los médicos que practicaban las autopsias ocultaban en sus informes signos de tortura. En vez de notificar acerca de lo actuado a la justicia, los funcionarios de la Morgue aceptaban hacerlo al Comando del Primer Cuerpo del Ejército, siendo éste el que autorizaba las inhumaciones.

La causa era remitida a los consejos de guerra, que por formar parte del plan criminal, desistían de realizar toda investigación.

En el año 1982, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) denuncia las irregularidades en la Morgue judicial y solicita una medida de “no innovar”, para intentar preservar el lugar donde estas personas habían sido enterradas.

Desde 1984, el Equipo Argentino de Antropología Forense se hace cargo de la difícil tarea de identificar a las víctimas, para que sus familiares puedan conocer el destino de sus seres queridos y también como prueba fundamental para que los genocidas acusados en los juicios que actualmente se llevan a cabo, puedan ser condenados por asesinato.

En las baldosas que serán colocadas en la vereda del cementerio, recordaremos a 55 militantes inhumados administrativamente en el cementerio de la Chacarita, a quienes se logró identificar a lo largo de todos estos años y a otros 130 militantes, los cuales todavía no pudieron ni podrán ser identificados.

Este es un acto destinado a brindar un homenaje a los militantes populares que fueron asesinados por luchar para construir un país más justo y solidario, y a reafirmar la continuidad de la búsqueda de MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA.

BARRIOS POR MEMORIA Y JUSTICIA